“Instrúyanse, porque necesitaremos toda nuestra inteligencia. Conmuévanse porque necesitaremos todo nuestro entusiasmo. Organícense, porque necesitaremos toda nuestra fuerza.” A.Gramsci.

La reforma sanitaria de Estados Unidos

lunes, 29 de marzo de 2010



La reforma sanitaria de Estados Unidos
Barack Obama es un fanático creyente del sistema capitalista imperialista impuesto por Estados Unidos al mundo. "Dios bendiga a Estados Unidos", concluye sus discursos.
Algunos de sus hechos hirieron la sensibilidad de la opinión mundial, que vio con simpatías la victoria del ciudadano afroamericano frente al candidato de la extrema derecha de ese país. Apoyándose en una de las más profundas crisis económicas que ha conocido el mundo, y en el dolor causado por los jóvenes norteamericanos que perdieron la vida o fueron heridos o mutilados en las guerras genocidas de conquista de su predecesor, obtuvo los votos de la mayoría del 50% de los norteamericanos que se dignan acudir a las urnas en ese democrático país.
Por elemental sentido ético, Obama debió abstenerse de aceptar el Premio Nobel de la Paz, cuando ya había decidido el envío de cuarenta mil soldados a una guerra absurda en el corazón de Asia.
La política militarista, el saqueo de los recursos naturales, el intercambio desigual de la actual administración con los países pobres del Tercer Mundo, en nada se diferencia de la de sus antecesores, casi todos de extrema derecha, con algunas excepciones, a lo largo del pasado siglo.
El documento antidemocrático impuesto en la Cumbre de Copenhague a la comunidad internacional —que había dado crédito a su promesa de cooperar en la lucha contra el cambio climático— fue otro de los hechos que desilusionaron a muchas personas en el mundo. Estados Unidos, el mayor emisor de gases de efecto invernadero, no estaba dispuesto a realizar los sacrificios necesarios a pesar de las palabras zalameras previas de su Presidente.
Sería interminable la lista de contradicciones entre las ideas que la nación cubana ha defendido con grandes sacrificios durante medio siglo y la política egoísta de ese colosal imperio.
A pesar de eso, no albergamos ninguna animadversión contra Obama, y mucho menos contra el pueblo de Estados Unidos. Consideramos que la Reforma de Salud ha constituido una importante batalla y un éxito de su gobierno. Parece sin embargo algo realmente insólito que 234 años después de la Declaración de Independencia, en Filadelfia en el año 1776, inspirada en las ideas de los enciclopedistas franceses, el gobierno de ese país haya aprobado la atención médica para la inmensa mayoría de sus ciudadanos, algo que Cuba alcanzó para toda su población hace medio siglo a pesar del cruel e inhumano bloqueo impuesto y todavía vigente por parte del país más poderoso que existió jamás. Antes, después de casi un siglo de independencia y tras sangrienta guerra, Abraham Lincoln pudo lograr la libertad legal de los esclavos.
No puedo, por otro lado, dejar de pensar en un mundo donde más de un tercio de la población carece de atención médica y de medicamentos esenciales para garantizar la salud, situación que se agravará en la medida en que el cambio climático, la escasez de agua y de alimentos sean cada vez mayores, en un mundo globalizado donde la población crece, los bosques desaparecen, la tierra agrícola disminuye, el aire se hace irrespirable, y la especie humana que lo habita —que emergió hace menos de 200 mil años, es decir 3 500 millones de años después que surgieron las primeras formas de vida en el planeta— corre el riesgo real de desaparecer como especie.
Admitiendo que la reforma sanitaria significa un éxito para el gobierno de Obama, el actual Presidente de Estados Unidos no puede ignorar que el cambio climático significa una amenaza para la salud y, peor todavía, para la propia existencia de todas las naciones del mundo, cuando el aumento de la temperatura —más allá de límites críticos que están a la vista— diluya las aguas congeladas de los glaciares, y las decenas de millones de kilómetros cúbicos almacenados en las enormes capas de hielo acumuladas en la Antártida, Groenlandia y Siberia se derritan en unas pocas decenas de años, dejando bajo las aguas todas las instalaciones portuarias del mundo y las tierras donde hoy vive, se alimenta y labora una gran parte de la población mundial.
Obama, los líderes de los países ricos y sus aliados, sus científicos y sus centros sofisticados de investigación conocen esto; es imposible que lo ignoren.
Comprendo la satisfacción con que se expresa y reconoce, en el discurso presidencial, el aporte de los miembros del Congreso y la administración que hicieron posible el milagro de la reforma sanitaria, lo cual fortalece la posición del gobierno frente a lobbistas y mercenarios de la política que limitan las facultades de la administración. Sería peor si los que protagonizaron las torturas, los asesinatos por contrato y el genocidio ocuparan nuevamente el gobierno de Estados Unidos. Como persona incuestionablemente inteligente y suficientemente bien informada, Obama conoce que no hay exageración en mis palabras. Espero que las tonterías que a veces expresa sobre Cuba no obnubilen su inteligencia.
Tras el éxito en esta batalla por el derecho a la salud de todos los norteamericanos, 12 millones de inmigrantes, en su inmensa mayoría latinoamericanos, haitianos y de otros países del Caribe reclaman la legalización de su presencia en Estados Unidos, donde realizan los trabajos más duros y de los cuales no puede prescindir la sociedad norteamericana, en la que son arrestados, separados de sus familiares y remitidos a sus países.
La inmensa mayoría emigraron a Norteamérica como consecuencia de las tiranías impuestas por Estados Unidos a los países del área y la brutal pobreza a que han sido sometidos como consecuencia del saqueo de sus recursos y el intercambio desigual. Sus remesas familiares constituyen un elevado porcentaje del PIB de sus economías. Esperan ahora un acto de elemental justicia. Si al pueblo cubano se le impuso una Ley de Ajuste, que promueve el robo de cerebros y el despojo de sus jóvenes instruidos, ¿por qué se emplean métodos tan brutales con los emigrantes ilegales de los países latinoamericanos y caribeños?
El devastador terremoto que azotó a Haití —el país más pobre de América Latina, que acaba de sufrir una catástrofe natural sin precedentes que implicó la muerte de más de 200 mil personas— y el terrible daño económico que otro fenómeno similar ocasionó a Chile, son pruebas elocuentes de los peligros que amenazan a la llamada civilización y la necesidad de drásticas medidas que otorguen a la especie humana la esperanza de sobrevivir.
La Guerra Fría no trajo ningún beneficio para la población mundial. El inmenso poder económico, tecnológico y científico de Estados Unidos no podría sobrevivir a la tragedia que se cierne sobre el planeta. El presidente Obama debe buscar en su computadora los datos pertinentes y conversar con sus científicos más eminentes; verá cuán lejos está su país de ser el modelo que preconiza para la humanidad.
Por su condición de afroamericano, allí sufrió las afrentas de la discriminación, según narra en su libro "Los sueños de mi padre"; allí conoció la pobreza en que viven decenas de millones de norteamericanos; allí se educó, pero allí también disfrutó como profesional exitoso los privilegios de la clase media rica, y terminó idealizando el sistema social donde la crisis económica, las vidas de norteamericanos inútilmente sacrificadas y su indiscutible talento político le dieron la victoria electoral.
A pesar de eso, para la derecha más recalcitrante Obama es un extremista al que amenazan con seguir dando la batalla en el Senado para neutralizar los efectos de la reforma sanitaria y sabotearla abiertamente en varios Estados de la Unión, declarando inconstitucional la Ley aprobada.
Los problemas de nuestra época son todavía mucho más graves.
El Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y otros organismos internacionales de créditos, bajo control estricto de Estados Unidos, permiten que los grandes bancos norteamericanos —creadores de los paraísos fiscales y responsables del caos financiero en el planeta— sean sacados a flote por los gobiernos de ese país en cada una de las frecuentes y crecientes crisis del sistema.
La Reserva Federal de Estados Unidos emite a su antojo las divisas convertibles que costean las guerras de conquista, las ganancias del Complejo Militar Industrial, las bases militares distribuidas por el mundo y las grandes inversiones con las que las transnacionales controlan la economía en muchos países del mundo. Nixon suspendió unilateralmente la conversión del dólar en oro, mientras en las bóvedas de los bancos de Nueva York se guardan siete mil toneladas de oro, algo más del 25% de las reservas mundiales de ese metal, cifra que al final de la Segunda Guerra Mundial superaba el 80%. Se argumenta que la deuda pública sobrepasa los 10 millones de millones de dólares, lo cual supera el 70% de su PIB, como una carga que se transfiere a las nuevas generaciones. Eso se afirma cuando en realidad es la economía mundial la que costea esa deuda con los enormes gastos en bienes y servicios que aporta para adquirir dólares norteamericanos, con los cuales las grandes transnacionales de ese país se han apoderado de una parte considerable de las riquezas del mundo, y sostienen la sociedad de consumo de esa nación.
Cualquiera comprende que tal sistema es insostenible, y por qué los sectores más ricos en Estados Unidos y sus aliados en el mundo defienden un sistema solo sustentable con la ignorancia, las mentiras y los reflejos condicionados sembrados en la opinión mundial a través del monopolio de los medios de comunicación masiva, incluidas las redes principales de Internet.
Hoy el andamiaje se derrumba ante el avance acelerado del cambio climático y sus funestas consecuencias, que ponen a la humanidad ante un dilema excepcional.
Las guerras entre las potencias no parecen ser ya la solución posible a las grandes contradicciones, como lo fueron hasta la segunda mitad del siglo XX; pero, a su vez, han incidido de tal forma sobre los factores que hacen posible la supervivencia humana, que pueden poner fin prematuramente a la existencia de la actual especie inteligente que habita nuestro planeta.
Hace unos días expresé mi convicción de que, a la luz de los conocimientos científicos que hoy se dominan, el ser humano deberá resolver sus problemas en el planeta Tierra, ya que jamás podrá recorrer la distancia que separa el Sol de la estrella más próxima, ubicada a cuatro años luz, velocidad que equivale a 300 mil kilómetros por segundo —como conocen nuestros alumnos de secundaria básica—, si alrededor de ese sol existiera un planeta parecido a nuestra bella Tierra.
Estados Unidos invierte fabulosas sumas para comprobar si en el planeta Marte hay agua, y si existió o existe alguna forma elemental de vida. Nadie sabe para qué, como no sea por pura curiosidad científica. Millones de especies van desapareciendo a ritmo creciente en nuestro planeta y sus fabulosas cantidades de agua constantemente se están envenenando.
Las nuevas leyes de la ciencia —a partir de las fórmulas de Einstein sobre la energía y la materia, y la teoría de la gran explosión como origen de los millones de constelaciones e infinitas estrellas u otras hipótesis— han dado lugar a profundos cambios en conceptos fundamentales como el espacio y el tiempo, que ocupan la atención y los análisis de los teólogos. Uno de ellos, nuestro amigo brasileño Frei Betto, aborda el tema en su libro "La obra del artista: Una visión holística del Universo", presentado en la última Feria Internacional del Libro de La Habana.
Los avances de la ciencia en los últimos cien años han impactado los enfoques tradicionales que prevalecieron a lo largo de miles de años en las ciencias sociales e incluso en la Filosofía y la Teología.
No es poco el interés que los más honestos pensadores prestan a los nuevos conocimientos, pero no sabemos absolutamente nada de lo que piensa el presidente Obama sobre la compatibilidad de las sociedades de consumo y la ciencia.
Mientras tanto, vale la pena dedicarse de vez en cuando a meditar sobre esos temas. Con seguridad no dejará por ello de soñar el ser humano y tomar las cosas con la debida serenidad y acerados nervios. Es el deber, al menos, de aquellos que escogieron el oficio de políticos y el noble e irrenunciable propósito de una sociedad humana solidaria y justa.
Fidel Castro Ruz
Marzo 24 de 2010
6 y 40 p.m.

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Contra Cuba, lo inaudito

jueves, 11 de marzo de 2010

Algo muy pérfido está en marcha contra Cuba. Desde comienzos de 2010 se advierte una intensificación de la permanente campaña mediática anticubana y grandes presiones de la ultraderecha del viejo continente al gobierno de Rodríguez Zapatero para que en su condición de presidente de turno de la Unión Europea renuncie a modificar la Posición Común hacia Cuba, una subordinación a Washington de la política del bloque con la isla instaurada a instancia de Aznar que La Habana rechaza categóricamente.

El gobierno de Obama, también vapuleado por la extrema derecha no sólo no ha hecho nada sustantivo para distender la relación con La Habana, sino da muestras de volver al curso agresivo e injerencista. Aparte de la libertad para que los cubanoestadunidenses puedan viajar y enviar remesas a sus familiares en la isla no existe ninguna iniciativa importante de esta administración para mejorar la relación bilateral a pesar de la reiterada disposición de Cuba de abrir un diálogo "respetuoso sobre todos los temas siempre que sea entre iguales y sin menoscabo de la independencia, la soberanía y la autodeterminación". Al bloqueo no se le ha quitado ni un pelo y Washington sigue protegiendo a Luis Posada Carriles con el circo montado para juzgarlo como mentiroso y no como terrorista. Los cinco antiterroristas cubanos continúan presos y ni siquiera se les permite la visita de sus esposas. Las fábricas de mentiras arman contra Cuba manipulaciones inauditas mientras no se enteran del genocidio en Irak, Afganistán y Palestina, la represión en Honduras, las bases yanquis en Colombia o la Cumbre de Copenhague arrollada por la dictatorial postura del flamante Nobel de la paz.

El imperio y sus aliados se refocilan en eso de enmendar la plana a sus antiguas dependencias; en el caso de Cuba se trata de la intolerancia hacia el derecho de los pueblos a escoger una forma distinta de vivir y construir su futuro. La independencia de la isla los saca de quicio y en esa tesitura son tan carentes de escrúpulos que empujan a la muerte a un recluso en una cárcel cubana para luego culpar a Cuba y ahora esperan con ansiedad el mismo desenlace en otro supuesto opositor para de nuevo culparla. Es el colmo del cinismo reprochar a La Habana que no haya satisfecho las desmesuradas peticiones de la huelga de hambre de ambos individuos: de uno, cocina, televisor y teléfono en la celda; del otro, la libertad de 26 presos supuestamente políticos pero en realidad agentes pagados de Estados Unidos. El gobierno cubano ha dicho que no es ético forzar a estas personas a injerir alimentos, como se hace habitualmente en el campo de concentración de Guantánamo, al tiempo que reafirma su probada actitud de administrarles todos los cuidados médicos necesarios en estado inconsciente. Nadie ha esclarecido en palabras tan directas como sencillas los fundamentos morales y jurídicos aquí involucrados como el presidente Lula da Silva a una pregunta expresa de la agencia Ap: … la huelga de hambre no puede ser utilizada como un pretexto de derechos humanos para liberar a las personas. Imagine si todos los bandidos que están presos en Sao Paulo entraran en huelga de hambre y pidieran su libertad.

Washington mantiene a Cuba en todas sus listas negras. El torturador de Guantánamo, Abu Ghraib, Bagram y las cárceles secretas, el genocida de Irak y Afganistán la acusa de patrocinar el terrorismo, una infamia escandalosa. En enero de este año el gobierno de Obama incluyó a la isla en la lista de países cuyos ciudadanos son objeto de medidas de revisión adicional en los aeropuertos de todo el mundo alegando que se tiene "bien ganado" un puesto entre los países que cooperan con el terrorismo. En febrero, al celebrarse la segunda ronda de conversaciones migratorias en La Habana, interrumpidas durante la era Bush y único contacto entre los dos países, la delegación yanqui llevó a cabo un grosero acto de provocación al reunirse en la Oficina de Intereses de Estados Unidos con una representación de los colaboracionistas a sueldo que mantiene en la isla. Lo que está demostrando hasta ahora Obama es que su interés con Cuba consiste en alebrestar a la esmirriada contrarrevolución interna y continuar promoviendo el cambio de régimen. Si para ello hay que empujar a la huelga de hambre y la muerte a personas de probada inestabilidad emocional y afán desmedido de protagonismo, poco importa, son desechables.

Ángel Guerra Cabrera (La Jornada)

aguerra_123@yahoo.com.mx

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CARTA DE AGRADECIMIENTO DE ATENCO A LAS Y LOS PREMIOS NOBEL DE LA PAZ

lunes, 8 de marzo de 2010

 

MAIREAD MAGUIRE (1976)

BETTY WILLIAMS (1976)

ADOLFO PÉREZ ESQUIVEL (1980)

ARCHBISHOP DESMOND TUTU (1984)

ELIE WIESEL (1986)

RIGOBERTA MENCHU TUM (1992)

F. W. DE KLERK (1993)

JODY WILLIAMS (1997)

JOHN HUME (1998)

SHIRIN EBADI (2003)

WANGARI MAATHAI (2004)

HERMANOS Y HERMANAS:

Un anhelo cruza los corazones de los hombres y las mujeres en el mundo, el anhelo de la libertad y la justicia con paz y dignidad. Desde Atenco, México, reciban en la palabra humilde y sincera del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra-Atenco el agradecimiento por todo su apoyo hacia nuestra lucha en nombre de los presos y perseguidos políticos, así como también, de nuestras comunidades, de los compañeros y compañeras que siguen resistiendo.

Nuestra historia está llena de agravios y ofensas a nuestros pueblos, en nuestro mundo corren los ríos de llanto y dolor por las guerras, las conquistas, la colonización, el despojo, la explotación, la esclavitud y el exterminio de los que nos dominan. Nunca como hasta ahora todo sigue igual, no hace falta que transcurran los tiempos largos de la historia, la dominación se impone. Por eso continúa la sumisión de unos pocos a toda la humanidad, la visión de supremacía de los humanos sobre todas las especies, el poder como relación, la acumulación de la riqueza y la maximización de la ganancia como único sentido de vida. Hoy más que nunca debido a la ambición de los que mandan estamos a punto de acabar con nosotros mismos. No hay de otra: o nos defendemos o acabaran con todo lo que queda.

Aquí en Atenco sabemos un poco de lo que decimos, tal vez porque no hizo falta que recorriéramos todo ese camino tormentoso en la historia de la humanidad, sino porque en nuestro corto periodo de resistencia conocimos el dolor que provoca el despojo de lo más sagrado que tenemos como pueblo, la madre tierra, con la finalidad de construir un aeropuerto internacional en nuestro territorio. O quizás también, porque en este proceso encontramos la furia de los dueños del dinero y del poder político como represalia porque decidimos el camino de la lucha y la resistencia como opción de sobrevivencia y por eso nos atacaron utilizando toda la violencia del Estado para despojarnos; asesinando a lo largo de estos nueve años a tres compañeros -además de todos los que murieron de dolor, de coraje y desesperación; de todos los que fueron y siguen estando presos desde mayo de 2006 en las cárceles de exterminio de México, condenados con penas que van desde los 31 años hasta los 112 años y medio de prisión; de la gente que fue agredida en la ocupación policiaca con más de 4,500 efectivos de las fuerzas federales para controlar mediante acciones de contrainsurgencia a una población pacífica que su único delito ha sido organizarse; así como la demostración de fuerza y trato de botín de guerra que sufrieron nuestras compañeras mujeres agredidas sexualmente mediante la violación y el abuso sexual.

Nosotros sabemos cuál es nuestra condición social y por eso queremos superarla mediante la lucha. Pero nosotros no podemos solos, para ello necesitamos que nuestro grito cruce sus corazones y remueva las fibras más sensibles de su humanidad, para saber que no importa desde qué lugar de nuestro planeta cuando se cometa una injusticia, ustedes como hombres y mujeres universales se indignen y levanten la bandera de la paz como esperanza, porque así ustedes los Premios Nobel de la Paz al igual que nosotros y que muchos a lo largo de la historia terminen reconociendo que luchan por una razón: porque aman.

Hermanos y hermanas, sepan que nuestra lucha no es suficiente sino hay hombres y mujeres que como ustedes están en el momento en que hace falta, a la hora de definirse por los de abajo y por algo que vale la pena dedicar la vida: la paz. Es por eso que cada uno de ustedes hace falta en nuestras tierras y desde ahora les hacemos la invitación para que nos visiten en Atenco y engrandezcan nuestra lucha con su presencia. Gracias Jody y a cada uno de ustedes. Gracias desde el sueño profundo que nuestros presos y perseguidos políticos tienen para ellos, para México y para nuestro mundo: la liberación.

Con todo nuestro amor de hermanos y hermanas.

San Salvador Atenco, Estado de México, México, América.

¡PRESOS POLÍTICOS DE ATENCO Y DEL MUNDO, LIBERTAD!
¡LA TIERRA NO SE VENDE, SE AMA Y SE DEFIENDE!
Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra-Atenco

Atenco, oportunidad histórica para la Corte


Nada más gratificante que la visita reciente de Evo Morales, presidente de Bolivia, y Jody Williams, premio Nobel de la Paz, cuando se acerca el cuarto aniversario de la funesta represión contra Atenco, y la libertad de los 12 presos políticos condenados a 32, 67 y 112 años de cárcel está en un momento decisivo y en manos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

En Coyoacán, Evo Morales no sólo compartió un poco de lo mucho que el pueblo boliviano está forjando para una Bolivia libre que, años atrás, no era más que un disparate para el imperio yanqui, que se reía, y hoy no tiene ni embajada en los suelos de Túpac Katari. Su visita también renueva esperanzas y reafirma –como Cuba, Venezuela y más ejemplos de nuestra América– que la victoria para el pueblo de abajo sí es posible. En ese camino de liberación, los asistentes al encuentro con el presidente boliviano no dejaron de corear masivamente ¡que renuncie Calderón!.

Con la misma hermandad que Evo, Jody Williams –una de once nóbeles de la Paz que en una carta a Felipe Calderón claman libertad y justicia para Atenco– no podía ser menos contundente ante el escenario inocultable de represión e impunidad que impera en México.

Qué mejor que sus propias palabras que, aunque leídas y resumidas, se escuchan altas, como su congruencia con las causas del pueblo: El caso de Atenco tiene mucho que ver con el futuro de este país... Lo que están haciendo con los presos políticos de Atenco es asqueroso, y lo están haciendo porque es una cuestión política que no tiene que ver con justicia; si tuviera que ver con justicia no estarían encarcelados... Por eso todas y todos tenemos que luchar. No es para que el otro lo haga; supuestamente el gobierno es del pueblo, supuestamente ellos trabajan para él, pero no lo van hacer si se queda callado.

Ambas visitas, además de alegría y esperanza, subrayan muchas tareas para la lucha por la transformación profunda que urge México y que inexcusablemente pasa por la libertad de los presos políticos de Atenco y todo el país.

Tiene la palabra la Corte, que tendrá que poner en balanza esta oportunidad histórica: o se rebaja a los sobornos de Peña Nieto (quien ahora utiliza el dolor de los habitantes de Valle de Chalco, condicionando la ayuda y reprimiendo a los que se manifiestan por el despotismo y el abandono oficial) o se apega a derecho, rechaza las condenas inauditas y deja en libertad de una vez por todas a los presos políticos de Atenco.

América Del Valle (perseguida política por el Estado mexicano), Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra

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